lunes, 18 de marzo de 2013

¿Por qué se equivoca la gente al elegir pareja?


Una técnica importante para resolver conflictos con el sexo opuesto.
Por: Simón Rodríguez Triano
Parte I
Si usted en casa desea cambiar un cilindro  de gas utiliza una herramienta apropiada para ello, que puede ser un perico o una  llave Stilson que se ajuste a la medida de la válvula, así logrará el resultado esperado, resolver de manera eficaz un problema.
En las relaciones humanas también se utilizan herramientas, las cuales son de carácter psicológico, pero si usted no usa la ACTITUD adecuada para el caso, tendrá dificultades para salir bien librado.
Una técnica psicológica que nos puede servir para relacionarnos mejor con los demás (por ejemplo con el sexo opuesto)  y poder entender como funcionamos las personas es el Análisis Transaccional, que ofrece un instrumento mediante un análisis con lenguaje sencillo, con el cual  usted puede conocer mejor a las personas.
Es claro, que si no nos mostramos como realmente somos y no nos comunicamos, la otra persona no puede enterarse de nuestra existencia real y leernos el pensamiento, sólo logrará devolvernos la invisibilidad que proyectamos. Por eso es vital saber cómo funciona la comunicación  y en especial cuando se trata de elegir pareja.
Cuando se inicia una relación sentimental por lo general se da una imagen que no corresponde a la real, con tal de agradar y no perder la oportunidad de la cercanía, en muchas ocasiones se finge tanto por parte del hombre como de la mujer. El varón  es atento y muestra sus mejores cartas, la dama es todo un encanto y su voz es dulce; después todas esas actitudes cambian, sale a relucir “el verdadero yo” que antes no se conocía, surgen los celos, las discusiones bizantinas, el chantaje y la manipulación; lo anterior sucede cuando se cae en una dependencia insana en las relaciones de pareja; en estos casos se trata de falta de un reconocimiento personal, en reconocerse físicamente, en saber ¿qué quieren? ¿Qué piensan y sienten? esto es no se aceptan y se valoran poco.
El encuentro con la otra persona siempre tendrá dificultades para prosperar sí antes no nos consideramos libres, responsables  y únicos.
Estimada lectora y lector si toma en serio estas líneas le aseguro, que aquí va a encontrar algunas respuestas que le van a servir en la familia, la escuela y el trabajo, pero sobre todo a conocerse  así mismo (a) y como consecuencia lógica a elegir bien a su pareja.
El Análisis Transaccional plantea que: en los primeros 5 años de vida ya se tuvieron experiencias agradables o desagradables, que van conformando un patrón de conducta (algo así con una programación o formateo), de lo que somos más tarde.
 ¿Alguna vez usted escucho que todos llevamos un niño  en nuestro interior sin importar la edad que tengamos?, ese niño se forma con las experiencias  que tuvimos cuando éramos pequeños, si fuimos bien tratados y queridos por nuestros padres  o aquellas figuras de autoridad más cercanas es muy probable que nuestra estima este en un buen nivel, pero si no es así, y fuimos maltratados verbalmente o físicamente existirá inseguridad, complejos y mucho vacio existencial (habrá casos contrarios, pero son una excepción, más adelante lo explicaré)
El niño natural surge cuando contemplamos con asombro un paisaje, disfrutamos de un rico helado en un día de calor en el parque o simplemente reímos a carcajadas y conservamos la sorpresa ante la vida. Sin embargo si este niño interior queda herido en alguna etapa de su desarrollo, entonces surge en el adulto la rigidez ante las reglas de flexibilidad hacia los cambios, ya que se crea un filtro para que las experiencias del adulto se vivan con dolor, en el cual  muchas veces no tiene  que ver con el momento actual sino con problemas no resueltos en el pasado. Lo cual provoca que las respuestas ante las diferentes situaciones sean desproporcionadas.
Los programas recibidos en la infancia llegan a afectarnos de tal manera que no logramos de adultos tener éxito  vivimos frustrados e insatisfechos, en una palabra nos sentimos devaluados.
En la niñez hay algunas necesidades naturales que requieren ser satisfechas como el formar una identidad sana, desarrollar confianza en el mundo y sentirse amado de manera incondicional.
Algunas características del niño que se desarrollan para formar un adulto son por ejemplo la expectación, que es el interés natural por todas las cosas y la emoción  por la vida, al reprimir esta curiosidad, el niño se encierra en sí mismo y desarrolla un temor a explorar y correr riesgos. Continuará…
Comentarios y sugerencias a: rodrigueztriano@hotmail.com

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